Siempre que haya algún aspecto que esté interfiriendo en el bienestar de un niño, en su aprendizaje, en su conducta, en su coordinación motriz o en cualquier área de su desarrollo, desde el CEIB consideramos importante ayudarle para que pueda crecer y madurar de forma satisfactoria y positiva.

Si tienen alguna de las siguientes respuestas de una intensidad inapropiada: irritables, apáticos, lentos o muy movidos. Si presentan dificultades en la madurez motriz (gatear, caminar, pedalear) en el lenguaje o en el juego.
Si presentan alteraciones en la conducta, reacciones emocionales desorganizadas, miedos exagerados o falta de conciencia del peligro. Si tienen dificultades motrices o de lenguaje, falta de interés por las relaciones sociales, incapacidad para estar atentos en una actividad o falta de autonomía en las actividades de la vida diaria.
Si presentan dificultades en la lectura y/o en la escritura, en la orientación temporal/espacial, en la coordinación motriz (sobre todo en los deportes) o en la motricidad fina. Si tienen alteraciones en la conducta o en las reacciones emocionales, falta de habilidades sociales, déficit de atención o si presentan hiperactividad.
Si durante su infancia han tenido alguna dificultad y quieren seguir mejorando su desarrollo global.
Si presentan dificultades emocionales, déficit de atención, falta de motivación, desorientación, dificultades de aprendizaje, descoordinación motriz y/o falta de habilidades sociales.
SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA DISFUNCIÓN EN LA INTEGRACIÓN SENSORIAL
Cuando nuestro sistema nervioso central no es capaz de organizar, interpretar, ni integrar la información que recibe a través de alguno de los sistemas sensoriales, y esta alteración tiene un impacto en el desarrollo del niño, hablamos de disfunción en el procesamiento sensorial.Leer +/-
Es algo similar a imaginarse a sí mismo en un entorno donde algo tan sencillo como el contacto con la otra persona, los ruidos o el movimiento, es percibido de forma desagradable, como una agresión. Ninguno de nosotros se sentiría seguro y tranquilo en un mundo así. De esta forma podemos comprender mejor que las dificultades en el procesamiento de la información sensorial pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo del niño. Cuando existe un desorden en la Integración Sensorial, una gran variedad de problemas en el aprendizaje, en el desarrollo motriz, en la capacidad de concentración, en el lenguaje o en la conducta, se pueden observar. Tales como: hiperactividad, dificultades en la lecto-escritura, descoordinación motriz, alteraciones en la conducta o en las reacciones emocionales, retraso en el lenguaje, dificultades de aprendizaje, etc.
MI HIJO YA TIENE DIAGNÓSTICO (TGD, TEA, TDA-H, un síndrome como X-Frágil, Williams o Down …). PUEDE VENIR AL CEIB?
Muchos niños que presentan una alteración del desarrollo, una afectación neurológica o un síndrome genético, a menudo presentan dificultades de procesamiento sensorial asociadas a su diagnóstico. Por tanto, la terapia que aplicamos al CEIB les puede ayudar a regular la conducta y las reacciones emocionales, potenciar las habilidades motrices, favorecer la capacidad de concentración, mejorar la autonomía, reforzar las habilidades sociales y aumentar el nivel de alerta y la comunicación.